sábado, 8 de agosto de 2015

Gracias Señor que habita las calles mi ciudad

En menos de 12 horas he podido ver el fuerte contraste de las personas que habitan mi ciudad y que cada vez más reafirman mi pensamiento de no juzgar ni mucho menos generalizar. Ayer me hurto la billetera una persona "normalmente vestida" y por lo que hizo me imagino que por una ”necesidad” la verdad no se la razón, pero también estaba como yo disfrutando de un concierto, y hoy muy temprano llamaron a avisarme que encontraron mis documentos(no todos pero los esenciales) y lo hicieron por medio de una factura que tenía mi número celular, está persona fue un habitante de calle; una persona de las que solemos mirar poco y que por errores, experiencia o cosas de la vida está ahí, pero no es menos que nadie. Esta persona se tomó el tiempo de recogerlos y de mirar que podía hacer por mi sin conocerme, hasta recogió de la caneca papelitos que no eran míos.

Lastimosamente él no me entrego los documentos ya que los dejo en una estación de policía (punto de encuentro clave), pero me quede con las ganas de conocerlo y porque no, darle un abrazo que es uno de los actos más lindo para mí. (XD Me ahorro un montón de vueltas), y le hubiera dado el abrazo con gusto como se lo he dado a muchas personas y a otros habitantes de calle, porque aunque yo sea muy cansona para muchas cosas no me da asco el olor corporal ni las marcas de suciedad que pueda tener sus prendas de vestir porque esas se lavan, pero las almas mal intencionadas siempre quedaran manchadas.


Gracias Señor que habita las calles mi ciudad, puede que nunca lea esto, pero hoy le estoy muy agradecida porque igual los documentos se recuperaban, pero el acto que hizo por mí ni un platal lo puede pagar, y gracias porque cosas como estas me hacen ser cada vez más humana, más feliz y me da la oportunidad de ver más allá de lo que ven los ojos.